Por Yolanda Gutiérrez Carlín
Dicen que en el asunto del agua en el sur de la Entidad, todo venía bien, que los ejidatarios estaban más o menos conformes con lo que se les había ofrecido, pero que el problema creció cuando llegó la aspirante a candidata a diputada federal, Gladys Merlín, pues llegó a azuzar a los cámpiras para que exigieran se les cumpliera todo, según lo relatado en el portal municipiossur.com.
Afortunadamente ayer las autoridades federales, estatales y municipales se trasladaron al hotel Terranova para tener una reunión y resolver un problema que no debió crecer, pero que la falta de atención y si lo que dice el portal antes mencionado es cierto, la soberbia de la oriunda de Cosoleacaque fue la gota que derramó el vaso de los inconformes lugareños de Tatahuicapan.
Por su parte el secretario de Gobierno Erick Lagos Hernández dice que el agua no debe ser tema de negociación, que es un problema que compete a Coatzacoalcos y Tatahuicapan, pero creo que ahí se equivoca mi querido exdirigente del PRI, porque lo que existe en esa zona es falta de cumplimiento y atención por parte de sus compañeros funcionarios, lo que genera un problema de gobernabilidad y ese sí le toca a él.
Tiene razón Lagos Hernández cuando declara que “la población no puede ser coaccionada ni sufrir por la carencia”, pero también habría que revisar las razones por las que los lugareños llegaron hasta donde llegaron.
Después del desalojo que generó la rabia de los ejidatarios y que diera como resultado daños al acueducto, el Secretario de Gobierno se llevó prácticamente a todos: a la SEDESOL, PGR, CISEN, CAEV, SUBSEGOB y a los alcaldes de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque y Tatahuicapan.
Por lo pronto la gente de los municipios que padecen la falta de agua están que trinan contra todos, los restauranteros porque gastan mucho en pipas, las amas de casa porque no tienen agua ni para bañarse, las escuelas porque los baños apestan a orines pues a pesar de que solicitan pipas, éstas no llegan.
Tendrán que revisar si efectivamente Gladys Merlín fue la detonadora de todo este desorden, porque además aseguran que cuando llegó a Chinameca y posteriormente a Tatahuicapan dijo que iba por órdenes de Erick Lagos, y les indicó a los ejidatarios que exigieran el cumplimiento de las obras que estaban pendientes; si esto es cierto habrá que revisar si una diputada federal así le conviene al gobierno y a la gente de ese distrito.
Lo pagó
Dos atropellados, estudiantes del TEBAEV Moctezuma, fue el saldo de la manifestación de los vecinos en el Arco Sur, Liliana González Morales metió el acelerador porque tenía un examen , lo peor de todo es que para ella las personas valen 100 mil pesos.
Los habitantes de la Reserva Territorial, estudiantes del TEBAEV y la reserva Santa Bárbara cerraron los dos carriles del Arco Sur por afectaciones que han resultado de la construcción de las casas Carpín, que por cierto serán villas olímpicas para los participantes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
Liliana González, enojada porque no podía pasar, aseguran que gritó que si atropellaba a “un pendejo” con pagar 100 mil pesos salía libre y que le valía madres.
La situación aquí es que, al igual que en Tatahuicapan, los ciudadanos se manifiestan afectando a terceros para ser escuchados, pues dicen que a pesar de haber denunciado ya a la empresa por las afectaciones que han generado, no les hacen caso.
Luego del atropellamiento del estudiante Edwin Adolfo López y del profesor Dionisio Pérez Zárate la policía atrapó a la conductora cuando trataba de fugarse, o tal vez iba a hacer su examen.
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