*** La Pastora Lucy afirmó que pese a que se diga que fue pasional, “a mí las personas que entraron a la casa me dijeron ‘venimos por la ofrenda”. Pidió que se “haga justicia y reiteró que “no quiero más viudas. Más huérfanos”
Por: Indira Carvallo Guzmán
Fuente: Diario Presencia
martes, 27 de agosto de 2013
Tras exigir justicia a las autoridades, la Pastora Lucy afirmó que el asesinato de su esposo, Claudio Martínez, fue motivado por el “robo de la ofrenda”, y piensa que como los ladrones no encontraron nada de valor, se enojaron, y reaccionaron violentamente.
En entrevista para el programa “Mamá Sola”, que se trasmite por radio en internet, la viuda aseguró que pese a que se diga que fue pasional, “a mí las personas que entraron a la casa me dijeron ‘venimos por la ofrenda’”.
A más de dos meses del homicidio, la ahora líder de la Iglesia cristiana Comunidad de Dios, reiteró que fue un robo. “estoy segura de que eso pasó. No veo otro móvil”.
Esa mañana, dice que los ladrones llegaron y la abordaron a ella primero: “me amarran, me amenazan, me dicen que llegaron por la ofrenda, por dinero. Eso fue lo que ellos dijeron. Creo que el móvil está muy claro”.
En el mismo tenor, negó los tintes pasionales. Se ha especulado ¡que fue pasional! Lo cual yo estoy segura que no fue así. Está muy claro. Se determina que no se llevaron cosas de la casa, claro que sí se llevaron cosas. La ofrenda no había ofrenda porque no nos lo llevamos a la casa. Tenemos una contabilidad clara. Estamos dados de alta como asociación religiosa, pagamos impuestos de todo lo que entra. No puede haber mal manejo”.
Según ella, los ladrones, fueron atraídos a su casa porque “pensaban que teníamos el dinero”, igual, se fijaron en “el estilo de vida, el que teníamos antes de ser pastores”.
Los ladrones perdieron el control, contó, molestos porque el dinero que encontraron no era “el que pensaban”. “No sé si ellos en un momento de un enojo de ver que no teníamos dinero, solamente una cantidad, pero no lo que pensaron, no sé si les causa molestia, el móvil fue muy claro, fue un robo relacionado con la iglesia”.
Control de la iglesia
En otra parte trascendente del diálogo, se aborda el futuro de la Comunidad de Dios, que ahora recayó en la Pastora Lucy, quien afirmó que era algo que antes de morir Claudio Martínez ya había dispuesto “en una carta”.
Reconoció que no ha sido fácil tomar el liderazgo desde la perspectiva de género, pero “mi esposo lo dejó, él dejó una carta diciendo que si algo llegaba a pasar, la responsable de la iglesia, sería yo, hasta que mis hijos crecieran y se hicieran cargo. Él en repetidas veces lo dijo a su equipo de trabajo. Cuando esto pasa, ya tenían bien claro quien se iba a encargar”.
Sobre el machismo, dijo que “vivimos en un país latino, en donde la mujer no es bien vista como autoridad. Acostumbrados a que el hombre es la autoridad”.
Reconoció que en el pasado, pese a que compartían las tareas de liderazgo frente a la iglesia –que aglutina a un fuerte sector ecoico de Coatzacoalcos- nunca quise estar por encima de él, siempre le impulsé, que él brillara aunque yo no brillara. Ahora que me toca asumir esta posición, creo que ese es un obstáculo con el que me he topado. Es por lo que ha pasado. Pero lo haré bien, lo sé”.
En el mismo tenor, reconoció que era sueño de Claudio que si partían, “él decía que si un día llego a faltar, quiero que esto siga, que no se detengan. La gente lo tiene bien claro”.
Justicia
Sobre los días de silencio, pidió una disculpa a los medios de comunicación que le buscaron para saber del tema. “Espero que me comprendan, pero paso por un duelo”.
En cuanto a las especulaciones sobre el caso, dijo que “entiendo que mucha gente tiene esa cuestión de hacer escarnio, solo quiero decir que los investigaciones están en marcha. Estoy colaborando. Soy la más interesada en que se haga justicia.
Reiteró que “no quiero más viudas. Más huérfanos”.
Para los asesinos de su esposo, dijo que “ya los perdoné para no tener malos sentimientos en mi corazón”.
Y pidió que se “haga justicia, que ellos sé que Dios dejó las leyes de la tierra, y las dejó para un orden y justicia. Confió en la justicia de Dios. Es lo que quisiera, que estas personas paguen por lo que tienen que pagar. No quiero que sigan haciendo lo mismo ni que más mujeres pasen por allí”
Finalmente dijo que “confió en que las autoridades se están encargando y harán lo que les toca”.