![]() Por: Vicente BELLO/Tren Parlamentario Veracruz, México; 13 de febrero, 2014.-- Con la aprobación de un punto de acuerdo mediante el cual se exhorta al gobierno de Veracruz continúe con las investigaciones en torno del asesinato del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, y a la Procuraduría General de la República a que coadyuve en la investigación y determine si hay indicios de participación de la delincuencia organizada, la Cámara de Diputados simple y sencillamente está afirmando que no le cree al gobierno veracruzano de Javier Duarte, quien a través de la Procuraduría General de Justicia del Estado ha dicho que ya aprehendió al autor intelectual y a los autores materiales del crimen. Uriel Flores Aguayo, diputado federal perredista, en la tribuna afirmó: “Los asesinatos de periodistas en Veracruz tiene como hilo conductor la sistematización (de los crímenes) y la impunidad; la facilidad con que alguien que se sienta afectado y decida agredir y proceder al asesinato de un periodista. Esto es impunidad y, desde luego, ineficacia de muy diversas autoridades”. Manuel Huerta, del PT: “Los que piensan que matando periodistas van a matar la verdad se equivocan; eso no va a ocurrir ya más en Veracruz, y espero que en ninguna parte de este país. Ojalá que esta Cámara de Diputados se ponga a la altura de las circunstancias”. Veracruz está en los niveles de Irak, en seguridad para el ejercicio de la libertad de expresión, insistía Huerta. Y México ocupa el lugar 152 de 180 países evaluados en libertad de prensa. Con Gregorio Jiménez de la Cruz, periodista free lance del sur veracruzano, han muerto 89 periodistas mexicanos en los últimos doce años, 15 de los cuales han ocurrido en Veracruz. Mariana Dunyaska, diputada panista: “El reportero Jiménez de la Cruz fue raptado de su domicilio, lo sacaron de su casa y hoy su cuerpo fue encontrado en una fosa con rasgos de tortura. Fue secuestrado, atormentado y muerto”. Y exigía la intervención de la PGR. Ricardo Mejía Berdeja, de Movimiento Ciudadano: “No ha cambiado nada la situación (para los periodistas) entre este gobierno y el de Calderón. El clima de hostigamiento y amenazas a la libertad de expresión se está convirtiendo en algo cotidiano en el país. Ya incluso no hay asombro y se ha vuelto algo común. Esto es gravísimo. Mientras, las fiscalías (de protección y defensa del periodista) no son más que meros elefantes blancos, salidas políticas de gobernantes inescrupulosos que buscan tapar con esto la huella criminal. Condenamos este artero asesinato. No queremos la construcción de pesquisas amañadas para hacer aparentar como algo pasional o producto de la delincuencia común algo que es una agresión al ejercicio periodístico. Este país vive una crisis de gobernabilidad, inseguridad y descomposición social inocultable”. El PRI habló evidentemente a la defensiva, en voz del diputado federal veracruzano José Alejandro Montano Guzmán, quien, de entrada, dio su “pésame y solidaridad” a la familia del periodista asesinado, y afirmó: “la fuerza de los veracruzanos siempre, e históricamente, ha estado apegada a derecho”. Dos párrafos inevitables, que retratan al PRI de Veracruz: “La fuerza de los veracruzanos son las instituciones. Y éstas hoy en este hecho lamentable han y están demostrando que en Veracruz no hay espacio para la impunidad. En Veracruz con hechos y no discursos y retóricas se trabaja, y se dan resultados contra la delincuencia”… Y continuó: “Hoy el tema no es juzgar a un gobierno no haber esclarecido a través de investigaciones serias y coordinadas entre los órganos de gobierno federales y estatales, que se esclareció en forma pronta y expedita. También decir y manifestar, y dejar claro, que la lucha contra la impunidad es frontal y que los hechos así lo demuestra: no hay que confundir ni tampoco sacar raja por un hecho que lacera y lastima”. Fue entonces Roberto López Suárez, diputado federal perredista, a taparle la boca al cínico priísta, diciéndole: “Se miente cuando se viene a esta tribuna a decir que está garantiza en el estado de Veracruz la libertad de expresión para los periodistas de ese estado. Es más, yo me atrevería a decir que no es el único estado del país. Y si no, pregunten a muchos de los periodistas que están allá atrás cuántas veces son presionados, se les intenta sobornar, se les amenaza, se les secuestra, en el mejor de los casos, porque en muchas ocasiones se les asesina”. Fue López Suárez quien relacionó el caso Gregorio Jiménez de la Cruz con el caso del secuestro del líder de la CTM en Coatzacoalcos, aparecidos ambos en la misma fosa, junto con un tercero. Gregorio denunció el secuestro del cetemista, acaecido el 23 de enero reciente. Y el 6 de febrero actual, Gregorio también fue secuestrado. Preguntó el perredista: “Por qué se dice entonces que la línea principal de investigación son los problemas personales que pudo tener con una vecina?”, cuando, acotó el diputado, éste publicó el secuestro del dirigente y ambos aparecieron asesinados. “¿Por qué la Procuraduría (veracruzana) dice que no hay vinculación?” Por esta pregunta elemental, básica, y porque en San Lázaro nomás los priístas se atreven a creerle a Javier Duarte, es que lanzaron el exhorto aquel, en que piden a la PGR que no le haga al tiololo y se ponga a investigar, coadyuvante, el asesinato del compañero Gregorio Jiménez de la Cruz. |
↧
Gregorio Jiménez de la Cruz en los territorios del Congreso de la Unión
↧